Manos a la obra
La sociedad actual está ávida de ideas que provoquen un impacto notable. El gran reto está en llevar ese pensamiento a la práctica. ¿Cómo lograrlo?
Continuamente se tienen ideas. Todo el tiempo. ¿Pero cómo es posible hacerlas realidad? Aunque algunos de esos sueños sean verosímiles, a veces cuesta concretarlos. Los defectos son nimios o enormes, pero tal vez, analizándolos en profundidad, puedan verse desde otra perspectiva y ser resueltos.
La ingeniera Sandra Felsenstein comparte las claves para llevar a buen puerto un emprendimiento: “Siempre recomiendo prestar atención a los primeros pasos, para intentar aumentar la probabilidad de éxito. Es fundamental analizar tanto la viabilidad de nuestro proyecto como hacer una previsión económica, ya que, probablemente, no se obtengan resultados positivos en forma inmediata. Es más, amén de cuánto invertir, se debe estimar cómo solventaremos los períodos negativos”.
Desde su experiencia como directora de Dinka, una consultora dedicada al asesoramiento integral de pymes –ya sea en el inicio de los proyectos, como en su crecimiento, desarrollo y profesionalización–, Felsenstein considera que debe hacerse un estudio exhaustivo: esto es, sondear el mercado y conocer en profundidad los gustos, el comportamiento y las preferencias de los potenciales clientes. “Lo que hay que intentar es ‘meterse en la mente’ del público al que nos dirigimos. También debe trazarse una estrategia y un plan comercial, y establecer una clara diferenciación del producto o servicio que vamos a ofrecer, ya sea en cuanto al diseño, a la forma de distribución o al servicio posventa”, enumera Felsenstein.
“Hay que intentar ‘meterse en la mente’ de público al que nos dirigimos, trazar un plan comercial y diferenciar el producto”. Sandra Felsenstein
Por su parte, Cecilia Moloto, directora de Mujeres que emprenden, una comunidad que brinda capacitaciones online para ayudar a aquellas que quieren animarse y vivir de lo que las apasiona, ofrece su mirada: “Antes que nada, hay que llevar la idea al papel: si la podemos explicar en dos líneas, significa que vamos por buen camino. Otro aspecto que debemos tener en cuenta es a la competencia: qué venden y cómo lo hacen. A partir de ello, podremos determinar cuál es nuestro valor agregado, por qué apostarán por nosotras y no por el de enfrente”.
En plena era tecnológica, todo aquello que se refiere a elegir y manejar los canales de comunicación cobra un protagonismo mayúsculo. Difundir es una condición sine qua non. Uno de los medios más propicios para quienes están arrancando es Facebook. “Los anuncios patrocinados son un gran aliado a la hora de desarrollar una estrategia de difusión por su bajo costo y su fácil configuración”, acota Moloto.
Para leer y animarse
Más allá de la idea es un libro escrito por Vijay Govindarajan y Chris Trimble. Govindarajan nació en la India y es experto y líder mundial en estrategia. La revista Forbes lo incluyó en la lista de los cinco coaches ejecutivos más admirados del Planeta, y el diario The London Times lo considera uno de los pensadores de administración más respetados. Por su lado, Trimble se desempeña en la famosa Escuela de Negocios Tuck, perteneciente a Dartmouth College. En el libro se habla de los pormenores y de los interro-gantes que pueden hacer tambalear el deseo de lo se quiere construir. Y reflexionan sobre lo que surge a partir del nacimiento de una idea: qué se debe tener en cuenta, a quiénes recurrir y cómo administrar los tiempos.
“Hay que llevar la idea al papel: si la podemos explicar en dos líneas significa que vamos por buen camino. Otro aspecto: investigar a la competencia” Cecilia Motolo
Creatividad y corazón versus obstáculos
Aunque no sea inherente a todos los seres humanos, la creatividad es un plus, un cómplice como pocos para la metamorfosis de la idea. En su libro Potenciando la creatividad, que forma parte de la colección Herramientas para líderes del siglo XXI, Clemencia González Silveyra subraya que, a través de esta, se percibe el mundo desde una perspectiva distinta, se descubren patrones ocultos, se hacen conexiones entre fenómenos que en apariencia no están relacionados y también se encuentran soluciones.
Según la especialista en neurociencias y neurojuegos, es crucial poner “en movimiento” lo que imaginamos: “La creatividad implica pasar por dos procesos. El primero es pensar + producir: si tenemos una idea, pero no la volvemos acción, nos podríamos definir como imaginativos, pero no como creativos. ¿Por qué? Porque ser creativo es crear y crear es hacer. El segundo proceso es innovar, que es la implementación de un nuevo o significativamente mejorado producto o servicio que crea valor”.
Por supuesto, a medida que el proceso empiece a encaminarse, pueden surgir los infaltables inconvenientes. Sobre ellos, Felsenstein detalla: “Podemos enumerar la falta de experiencia, el desconocimiento del mercado, la falta de un equipo sólido, la escasez de capital para invertir, la poca capacitación en alguna de las áreas o la carencia de los contactos indicados. Asimismo, hay factores de contexto, entre los que podemos mencionar: carga impositiva, falta de financiamiento, políticas externas y regulaciones desfavorables. Otro obstáculo que tarde o temprano aparece es el temor, que puede paralizarnos. Por eso, cuanto más preparados estemos, tendremos más herramientas para combatirlo”.
En el presente, ya sea en el ámbito de la educación o hasta en el management, las emociones se imponen. El campo del emprendedurismo no es la excepción. Motolo es clara y contundente: “Algo muy común es la falta de confianza en uno mismo. Esto es vital porque si uno no cree en su propio proyecto, ¿por qué lo harían sus potenciales clientes? La escasez de interesados en los productos o servicios ofrecidos es otro punto que puede hacer mella en nuestra voluntad. Las redes sociales son muy útiles para mitigar esta falencia”.
“La creatividad implica pasar por dos procesos. El primero es pensar + producir. El segundo es la innovación, crear valor”. Clemencia Silveyra González
Valores
Constancia, perseverancia y apertura mental para asimilar los errores. Ser el dueño de una idea conlleva ciertas características ineludibles, irrenunciables. “Dedicación, tenacidad, empatía –amplía la lista Felsenstein. Y prosigue–: Para ser un emprendedor exitoso es fundamental tener mucha convicción. Los emprendimientos que funcionan son aquellos conducidos por personas muy motivadas y apasionadas por lo que hacen. Así podrán transmitirle lo mismo a su equipo de trabajo. Motivar a otros sin alguien que nos motive a nosotros es un reto que se debe asumir”.
Por último, hay dos ítems relevantes que no deben dejarse al margen. Por un lado, el espíritu innovador. Una vez aplicada la idea, la llama debe fogonearse para que no se apague. Con respecto a ello, Felsenstein opina: “Siempre hay que escuchar. Me gusta la siguiente frase: ‘Ninguna cosa que vaya a decir hoy va a enseñarme algo. Por lo tanto, si quiero aprender algo, tengo que escuchar’. Esta famosa sentencia expresa uno de los principales mensajes que hay que grabarse en la cabeza”.
En segundo término, emerge la necesidad de lograr equipos heterogéneos. Para ello habrá que seleccionar individuos con intereses, formas de comunicarse y ritmos desiguales. Y si bien antes, las diferencias podían ser percibidas como posibles generadoras de desgastes personales, desmotivación, bajo rendimiento o alta deserción, hoy se interpreta justamente lo contario: las desemejanzas pueden ser aprovechadas en pos de un desempeño óptimo, enriquecedor.
“No nos olvidemos de la capacidad para observar. Alineado a los conceptos que se vienen vertiendo, poder atender con minuciosidad fomenta el nacimiento de ideas inéditas. Esto va de la mano con una búsqueda incansable de aprendizaje, que supone asistir a cursos, seminarios, conferencias, o el seguimiento de referentes por las redes sociales”, añade Felsenstein. Motolo coincide y concluye: “Tenemos que predisponernos a absorber toda la información que nos rodea. El espíritu emprendedor y la posibilidad de tener una idea innovadora se promueve cuando nos nutrimos del espacio que habitamos. La inspiración puede hallarse en ferias, charlas y hasta en videos de YouTube, pero, sobre todo, estando en contacto con aquellos que recorren nuestro mismo trayecto”.